El hijo pródigo de América Latina, el mejor alumno de la clase (pero el peor compañero), los jaguares de la región, el país modelo. Tales eran los conceptos con los que se describió a Chile a partir del regreso a la democracia desde inicios de los 90’s debido a su fortaleza institucional y su estabilidad macroeconómica. Tal estabilidad mantenía al país alejado de los cantos de sirena del populismo de izquierda o del autoritarismo de derechas que, en los primeros días de octubre del año en curso, azolaban a los vecinos. Continuar leyendo…
Indignarse no basta (2). Exploración empírica de la relación entre percepción de injusticia y protesta
La base de datos seleccionada para el presente estudio es el Latinobarómetro, del que se ha utilizado una base combinada de 18 países de América Latina en el año 2015 (el instrumento se consideró adecuado por no tener valores perdidos elevados y posibilitar el análisis regional del que se habló en la introducción). Continuar leyendo…
Entre las muchas aristas que permiten analizar el estallido social de estos días se encuentra el papel que han jugado las nuevas tecnologías de la comunicación y la información, rol que al parecer el Ejecutivo ha desatendido significativamente. La relación entre ejercicio del poder y las tecnologías puede ser leído al menos en dos direcciones. Por una parte, respecto de los registros que va dejando la propia acción del poder político, en este caso, el gobierno de Sebastián Piñera frente a la crisis. Por otra, en relación con cómo ese ejercicio político gubernamental es observado, registrado y replicado por la propia ciudadanía. Continuar leyendo…
Fenómenos como las protestas populares contra los gobiernos del Magreb y el Máshrek a finales de 2010, el movimiento de los indignados en España en 2011 y Occupy Wall Street el mismo año, contribuyeron hace casi una década a reposicionar a los agravios en la agenda de discusión de las causas de la acción colectiva.[i] A partir de ello, los medios internacionales de comunicación masiva han conformado una retórica en la que los actos de protesta pública parecieran hallar la explicación de su origen en estados de efervescencia y saturación de emociones y percepciones de injusticia. Continuar leyendo…
En estas horas en Chile,
Al sur del mundo, ha vuelto a sobrevolar la nefasta figura del dictador Augusto Pinochet. Cuando el trauma de la pasada y cruenta dictadura aún pervive en la población chilena, en un acto de total irresponsabilidad política el presidente de la República, Sebastián Piñera, ha retomado las palabras del dictador para decir al país que “estamos en guerra”. Esta declaración tiene como corolario al día de hoy: 2.138 detenidos -de los cuales 169 corresponde a niñas, niños y adolescentes-, 376 heridos y 5 muertos por agentes del Estado (entre más de una decena de muertos en circunstancias aún no aclaradas completamente). Continuar leyendo…
Una lectura de los movimientos climáticos en la tercera huelga climática de 2019, desde la Ciudad de México
“Ustedes nos están fallando, pero los jóvenes hemos comenzado a entender su traición.” Así la joven activista climática Greta Thunberg se dirigió a la Cumbre de Acción Climática de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Nueva York el pasado 23 de septiembre. Esta toma de conciencia por parte de los jóvenes de todo el mundo de la cuál habla Greta, se ha manifestado en las marchas alrededor del mundo los pasados viernes 20 y 27 de septiembre donde participaron más de diez millones de personas en todo el planeta.
Al ser el cambio climático un problema global que necesita cambios “sistémicos”, “urgentes” y “de amplio alcance” como mostró el Reporte Especial del IPCC de 1.5º publicado el pasado octubre, los movimientos sociales pueden jugar un rol central no solo para presionar a que las autoridades promuevan legislaciones pro-ambientales, sino también para generar conciencia y promover un cambio cultural. No podemos aún saber si estos movimientos lograrán convertir el cambio climático en un catalizador de cambio social, en lugar de que sea una catástrofe anunciada, pero es allí donde reside su relevancia. Continuar leyendo…
Las relaciones entre alimentación, política y acción colectiva en contextos urbanos no son nuevas. De hecho, más de una vez a lo largo de la historia de la humanidad los problemas relacionados con el control estatal sobre la producción, la distribución y el consumo de alimentos han sido utilizados para transformar cuestiones como las clases sociales, la explotación o la marginalidad en una realidad material y visceral. Continuar leyendo…
El 15 de marzo del año en curso tuvo lugar la primera marcha del movimiento #FridaysforFuture (FFF) en México. Ese día un millón y medio de jóvenes protestaron en más de dos mil marchas en 123 países1, bajo lemas como: “No hay planeta B”, “El tiempo se está acabando” y “Cambio político no cambio climático”. A pesar de la trascendencia e impacto mediático del movimiento, sobre todo en Europa, muchas personas en México no lo conocen aún, y de aquí la necesidad de escribir este texto.
El 23 de enero pasado, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela se juramentó como presidente encargado bajo la declaratoria de usurpación de la Presidencia de la República por parte de Nicolás Maduro y el restablecimiento del orden constitucional vía la aplicación de los artículos 233, 333 y 350 de la Constitución. Un hecho que detona otro punto clave en la coyuntura política venezolana.