En Game of Thrones (GOT), obra audiovisual considerada maestra incluso mientras aún no se terminaba de producir —no hablaremos de su desafortunado final, el cual está por verse—, hay diversos personajes que hablan sobre pagar el precio del acero, es decir, usar la espada templada de hierro, atravesando el cuello y desmembrando la cabeza.
Esta serie, intitulada como el primero de los libros de la saga Canción de hielo y fuego del genial George R. R. Martin, empieza de hecho con el entorno de ese personaje que mueve a la compasión y a la amistad: Ned Stark. De bote pronto, los que sí son ingenuos dirán que la ingenuidad fue de hecho la principal responsable de su muerte. No fue así, quizá lo que le ganó fue en realidad la soberbia. Pero lo que lo mató realmente fue su convicción política: así fue como pagó el precio del acero, the iron price.
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