Protestas durante la pandemiaMónica Velasco

Si no nos mata el coronavirus nos mata el gobierno:

Protestas durante la pandemia

 

Antes del coronavirus no éramos felices

El año 2019 estuvo marcado por protestas que se dieron de manera escalonada y simultánea en varios países. Las crisis de legitimidad de los gobiernos de derecha en algunos países de América Latina fueron percibidas como posibilidades de acción colectiva contenciosa.

El 1 de octubre del 2019, Lenin Moreno, el presidente de Ecuador, anunció el decreto 883[1] mediante el cual dicta medidas para reformar el reglamento que había sido emitido por el anterior gobierno que regula los precios de los derivados de hidrocarburos. El rechazo de la ciudadanía no se hizo esperar, al día siguiente miles de personas se lanzaron a las calles de Quito a exigirle al presidente Moreno que derogara el decreto. El 5 de octubre llegaron a la capital centenares de indígenas de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) que se sumaron a las protestas. Así inició un ciclo de protestas masivas en muchos lugares del país contra de las medidas de ajuste neoliberal al que llamaron el paquetazo, que consistía en nuevas medidas económicas diseñadas por el FMI y las élites económicas del país.

Los protestantes manifestaron que no se trataba «solamente» del retiro del subsidio a los combustibles, sino de la amenaza de reingresar al neoliberalismo con tres medidas de «ajuste»: una política de excepción tributaria a grandes empresarios; la sostenida libertad arancelaria al comercio de bienes de alto valor que impacta directamente la inflación porque afecta la capacidad recaudatoria del Estado; y el detrimento de las condiciones laborales con la disminución de salarios, disminución de vacaciones, horas extra impagas y casi nulas posibilidades de prestaciones de ley por la privatización de las empresas prestadoras de servicios. Comunidades indígenas, académicos y miembros de la sociedad civil estuvieron en jornadas de huelga enfrentándose a la represión brutal del gobierno de Moreno, como lo denunciaron los manifestantes por las redes sociales.[2] El ciclo de protestas en Ecuador duró 12 días en medio del Estado de Excepción anunciado por el presidente, con un saldo de 1,340 heridos, 1,192 detenidos y 8 muertos.[3] El 14 de octubre la Secretaría de Comunicación de la presidencia anunció el Decreto Ejecutivo 894 que derogaba el decreto 883.[4]

Ese mismo día, la comunidad estudiantil de Chile convocó a una protesta que llamaron “La evasión masiva” como respuesta al aumento de $30 pesos en el pasaje del metro anunciada el 6 de octubre. A la protesta estudiantil se unieron personas de todas las edades y clases sociales. Aunque el 22 de octubre el presidente Sebastián Piñera anunció la suspensión del aumento al pasaje del metro[5] y prometió agregar un Fondo de Ahorro Colectivo Solidario de carácter estatal para las pensiones, las protestas no se detuvieron. Estas pusieron sobre la mesa asuntos estructurales de justicia y equidad que la población había estado aguantando. El país que se reconocía como el más estable de la región, tuvo un endeudamiento equivalente al 70% del PIB. Más de la mitad de la ciudadanía intenta sobrevivir con menos del salario mínimo mensual vigente y el régimen pensional, el sistema de salud y los servicios básicos están siendo manejados por el sistema privado, que ha resultado insuficiente y precario.

Pese a la colosal represión denunciada por la ciudadanía, las protestas en Chile fueron un despliegue de música, teatro, tambores, danza y creatividad que enarbolaban la arenga: “No son 30 pesos, son 30 años.” El 25 de noviembre, cuando se conmemora el día internacional en contra de la violencia de género, hubo una notable innovación en los repertorios de la protesta que denunció al Estado como violador de derechos humanos con el performance del grupo ‘Las Tesis,’ “Un violador en tu camino,” que se presentó en el centro de Santiago y gracias a las redes sociales dio la vuelta al mundo, fue traducido a más de 20 idiomas y repetido en varios países. Las acciones colectivas también estuvieron acompañadas por incendios, pedreas y enfrentamientos con la policía, que no lograron frenar la fuerza de la acción contenciosa que se extendió por más de tres meses.

Luego de que Piñera calificara las protestas como actos terroristas contra del Estado, los carabineros fueron denunciados tras la estremecedora revelación de que más de 350 jóvenes habían perdido sus ojos por disparos de la policía.[6] La desmedida represión que dejo a 352 jóvenes sin ojos,[7] 22 muertos y 2,200 heridos,[8] agotó la protesta y hacia finales de enero del 2020 se decidió hacer un receso. El 13 de marzo cientos de personas se dieron cita en la Plaza Italia de Santiago para retomar los reclamos de una nueva constitución y la renuncia de Piñera, pero ese mismo día, cuando se tenían 43 casos confirmados de Covid-19 en el país y cerca de 2,000 posibles contagiados, el gobierno de Piñera anunció el inicio del confinamiento obligatorio.

Al tiempo que se daban las protestas en Ecuador y Chile, Colombia se preparaba para una protesta masiva en contra de la reforma laboral, la reforma pensional y la reforma tributaria, que anunció el gabinete de ministros del presidente Iván Duque. Los proyectos advertían varios peligros, la reforma laboral proponía eliminar el salario mínimo y ofrecía un salario diferencial por regiones, la reforma pensional planteaba convertir las pensiones a un fondo privado, el holding financiero significaba eliminar el control directo del Estado sobre los dineros y la fusión de varias empresas del Estado para disminuir el control sobre estas, reduciendo impuestos. A esto se sumaron malestares de vieja data, como la inequidad social y económica, el desempleo y la imposibilidad de amplios sectores de la población para acceder a los servicios básicos de alimentación, salud y educación, el asesinato de líderes sociales y ambientales, el desvío de dineros correspondientes al proceso de paz y la comprobada corrupción de los aparatos del Estado que ubica en un horizonte aún más lejano la posibilidad de justicia.

Al llamado del movimiento estudiantil para salir a marchar el 21 de noviembre[9] se unieron diversos sectores de la sociedad y devino en una multitudinaria protesta de millones de personas manifestándose en todas las capitales del país. Las protestas durante el día estuvieron impregnadas de cantos, tambores y expresiones artísticas. En la noche un estruendoso cacerolazo que duró más de una hora se escuchó desde las ventanas de casas y edificios de todas las ciudades capitales. El mismo día, el gobierno criminalizó la protesta, cerró los pasos fronterizos y decretó toque de queda.[10] Aunque las protestas seguían, el 15 de diciembre fue aprobada la reforma laboral[11] y el 20 de diciembre se aprobó la reforma tributaria.[12] Las protestas se extendieron hasta el 21 de enero de 2020, fecha en la que se reportaron 6 muertos, 769 heridos, más de 100 detenidos y 14 judicializados, lo cual desanimó la protesta. El gobierno no accedió a ninguna de las peticiones.

 

COVID-19: el pánico colectivo del contacto con el otro

Mientras en el cono sur ocurría esta efervescencia, en el otro lado del mundo, en la provincia de Hubei, ciudad de Wuhan, China, el 17 de noviembre de 2019 se reportó el primer paciente contagiado por el virus Covid-19[13] una enfermedad respiratoria aguda causada por un nuevo coronavirus SARS-CoV2 que puede llevar a la muerte y que se contagia mediante el contacto con fluidos contaminados.[14] Al mes de este anuncio ya habían 27 contagiados y para enero de 2020 la cifra había aumentado a 381. El 25 de enero la OMS advirtió que el virus ya había atravesado las fronteras con cifras confirmadas de 1,287 contagiados en Asia, Europa y los Estados Unidos.[15] Para el mes de febrero cuando el número de fallecidos ascendió a 2,000, se declaró emergencia sanitaria y progresivamente los gobiernos comenzaron a tomar medidas restrictivas como el cierre de fronteras. Para marzo ya se habían decretado en muchos países controles sociales que obligaron a la gente a permanecer aislada y bajo estrictas medidas sanitarias.[16]

El anuncio del aislamiento social irrumpió la cotidianidad de los habitantes del mundo por el miedo generalizado a salir y al contacto físico atizado por la vigilancia y control de la gente. El virus hizo más evidente las desigualdades sociales y económicas. Pese a que cualquier persona es susceptible de contagiarse, hay poblaciones que se han visto afectadas de manera diferencial con las olas de contagios, a lo que se suman las restricciones para las economías informales y con ello, la nula posibilidad de ingreso para las familias que derivan de allí su sustento. Entre los más afectados están los ancianos, indígenas, migrantes, desplazados, refugiados, habitantes de calle y los más pobres entre los pobres, en un “darwinismo social”[17] al que se suman crisis emocionales por despidos masivos, divorcios y violencia contra las mujeres (que se exacerbó en el confinamiento). Unidades de cuidados intensivos, centros médicos, hospitales, clínicas y funerarias colapsaron. La aleatoriedad en la aplicación de las pruebas y el número incierto de contagiados asintomáticos deja un halo de incertidumbre frente a la dimensión real de los contagios, así que las fechas para conocer el aplanado de la curva de contagios se prorroga cada semana. A la vez que la economía mundial se paralizó y el precio del barril de petróleo cayó como nunca en la historia y las dos potencias mundiales más poderosas, aún no han dado muestras claras de controlar la crisis económica que va dejando el virus.

La pandemia agudizó la crisis porque mostró la gravedad que denunciaron las movilizaciones del año pasado frente a la implementación de políticas neoliberales, por la imposibilidad de los gobiernos de atender de manera acertada una crisis sanitaria, debido principalmente a la tercerización del sistema de salud en manos de empresas privadas. Asumir el bienestar, la salud y el cuidado y volver a pensar en ello como lo mínimo que debe garantizar un Estado, no era contemplado por los gobiernos neoliberales. El desigual acceso a las tecnologías de la información alteró la planeada virtualidad de la educación, mientras que las fake news sobre los orígenes y curas de la enfermedad se mezclan con la actitud de algunos gobiernos de ocultar información, desprestigiar a la ciencia y minimizar los efectos como justificación para reactivar las economías. Mientras, el FMI motiva a los países a endeudarse para cubrir los gastos de la crisis sanitaria.

 

Si no nos mata el coronavirus nos mata el gobierno

Mientras el aislamiento, el miedo y la vigilancia social se extendían por el mundo, el 5 de mayo el presidente de Ecuador anunció siete medidas para reducir el gasto y soportar los estragos que la crisis sanitaria causó en la economía nacional y la deuda con el FMI.[18] Las medidas advierten un recorte de hasta el 15% en todas las funciones estatales, la fusión (eliminación) de varias entidades del Estado, la reducción de dos horas en el horario y salario laboral, y un recorte de U$98,210,190 dólares a la educación, con lo cual todas las universidades públicas y escuelas politécnicas del país, se ven afectadas. Ante el incierto futuro de la comunidad estudiantil, los jóvenes iniciaron una protesta en redes con las etiquetas #NoAlRecorteUniversitario #YoSoyESPOL y #QuelaUnoPagueLaCrisis, y convocaron a una marcha el 18 de mayo hacia el Palacio de gobierno, a la que se unieron indígenas Panzaleo, estudiantes de la Universidad Técnica de Cotopaxi. El sector salud también, luego de que el Ministerio de Salud Pública anunciara cientos de despidos de empleados del sector (médicos, enfermeros, psicólogos y camilleros), sindicatos de la empresa ferroviaria, y pilotos y auxiliares de vuelo de la aerolínea Tame, todos afectados con las políticas de austeridad salieron a las calles en medio de la emergencia sanitaria. La protesta del día culminó con cacerolazos y avivó la acción colectiva contenciosa en las ciudades de Quito, Guayaquil, Cuenca, Ibarra, Latacunga, Ambato y Machala, y se planea que persistan pese a la crisis sanitaria.[19]

Entre tanto, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha decidido darle prioridad a la producción económica pese a que el país tiene el record de muertes por Covid-19. En abril, cuando el número de decesos llegó a 5,000, despidió al entonces ministro de Salud por advertir la necesidad del aislamiento y medidas sanitarias y animó la activación de comercios minoristas y de servicios. El 15 de mayo, cuando las muertes ya alcanzaron las 15,000, llamó a reactivar salones de belleza, gimnasios y barberías y el nuevo ministro de salud renunció.[20] Cuando la prensa lo cuestionó por los más de 31,200 muertos y por la catástrofe que significaría para las poblaciones indígenas de la Amazonía,[21] Bolsonaro respondió que lamentaba las muertes, pero ese es el destino de todos.[22] La actitud siempre desafiante del presidente causó tal indignación que suscitó el movimiento #Somos70% que desde el 6 de junio han animado protestas por twitter con las etiquetas #ForaBolsoNazi y #Somos70%Antifascista, y convocado a manifestaciones en la Avenida Paulista de Brasilia. Pese a que cientos de manifestantes fueron enfrentados por la dura represión policial con el apoyo de los simpatizantes del presidente,[23] las protestas continúan.

Al norte del continente, en la ciudad de Minneapolis, George Floyd fue arrestado luego de intentar hacer una compra en un supermercado con un billete de U$20 falso. Hay quienes aseguran que el episodio no hubiese pasado a mayores de no ser porque Floyd era un hombre afroamericano. El policía que lo detuvo puso su rodilla en el cuello de Floyd y lo presionó durante 8 minutos y 46 segundos hasta que murió asfixiado en un acto de “brutalidad policiaca”[24] que despertó el malestar social por el racismo padecido en los Estados Unidos por siglos. El ciclo de protestas inició en Minneapolis y enseguida se propagó por todo el país. En Los Ángeles, Washington y Nueva York se han registrado las mayores concentraciones, pedreas, incendios y saqueos. Luego de que el presidente estadounidense Donald Trump amenazara con mano dura, arrestos a los manifestantes y apoyara el despliegue represivo del ejército, cada día se suman más personas a las acciones colectivas que al día de hoy continúan[25] con la frase “I can’t breathe” que se ha convertido en la referencia de la indignación por el racismo y los abusos policiales.

 

Nuevos enemigos de las protestas

Las redes sociales han servido para convocar y organizar jornadas de activismo en línea que han atiborrado las cuentas oficiales con mensajes de desaprobación y rechazo. Sin embargo, pese a las políticas que restringen la movilidad social para evitar contagios, las protestas no se han limitado a las redes y se ha volcado masivamente a las calles. Aunque los medios locales responden a los intereses gubernamentales y siguen la vieja estrategia de deslegitimar la protesta, el despliegue mediático de los medios digitales alternativos ha desviado la atención que había acaparado la crisis sanitaria durante los últimos tres meses, dando un panorama más cercano a lo que acontece en las calles; las muestras de abusos policiales y las denuncias de los agravios y reclamos de la ciudadanía, son compartidos al mundo entero en tiempo real gracias a que miles de personas cuentan con dispositivos celulares y conexión a internet. La legitimidad que han ganado las protestas ante a la opinión pública, se soporta en la desconfianza que se tiene de los gobiernos, la incredulidad ante las instituciones y la frustración acumulada por el confinamiento en unas condiciones de incertidumbre por la incapacidad de los gobiernos de manejar la crisis.

En este contexto hay que considerar las elecciones próximas. En Estados Unidos están programadas para noviembre del año en curso y para Ecuador en febrero de 2021. Aunque las de Brasil se esperan para el 2022, los niveles de aceptación de Bolsonaro, van en picada. Los períodos electorales operan como oportunidades políticas para la acción colectiva contenciosa[26] y la incertidumbre frente al manejo del COVID-19 genera rechazo a las prohibiciones y a la vigilancia, por el privilegio que da a las economías en detrimento de las personas. Sería de esperarse que los respectivos gobiernos respondan de manera acertada para amainar las manifestaciones y cuidar su capital electoral.

Hoy la acción contenciosa afronta el desafío de enfrentarse a oponentes poderosos y a un “enemigo invisible.” Los irresueltos problemas sociales que motivaron las protestas de 2019 han atizado la indignación de los movimientos sociales en el 2020. Lo que diferencia las protestas del año pasado con éstas, es el contexto de la pandemia que obliga a debatirse entre la lucha por los derechos y el riesgo de contagio. Esto marca un punto de quiebre en la manera como se protesta, porque las solidaridades que se miden en el cuidado mutuo ante la represión policial, se rivalizan en las calles con el cuidado propio por el COVID-19.

Aunque los manifestantes han salido con cubre bocas y han guardado cierta distancia entre sí, puede pronosticarse un nuevo y elevado pico de contagios, seguidos de un pico igualmente dramático de decesos, la crisis económica que ello implica y la amenaza electoral en que deriva la ecuación. Pero estas son previsiones que responden justamente a las políticas de los gobiernos mencionados, que han subvalorando las consecuencias en vidas que puede traer el contagio y se han ocupado más en reactivar las economías exhortando a la gente para salir a trabajar; ahora se vira para perder el miedo de salir a protestar.

 

Referencias

[1] Anuncio: Medidas económicas, por el Presidente Lenin Moreno: https://www.metroecuador.com.ec/ec/noticias/2019/10/01/1-de-octubre-el-presidente-lenin-moreno-anuncio-que-se-mantendra-el-iva-en-12.html

[2] Decreto Estado de Excepción en territorio indígena del Ecuador ante la brutalidad de las fuerzas militares: https://twitter.com/CONAIE_Ecuador/status/1180617123380551680

[3] La Defensoría del Pueblo registró ocho muertes en 11 días de protestas en Ecuador: https://www.elcomercio.com/actualidad/defensoria-pueblo-balance-protestas-victimas.html

[4] “He firmado ya la derogatoria del decreto” Informe de Prensa, Presidencia de la República de Ecuador: https://www.presidencia.gob.ec/he-firmado-ya-la-derogatoria-del-decreto-883-presidente-lenin-moreno/

[5] El Senado de Chile aprueba anular el alza a las tarifa del transporte público: https://www.elperiodico.com/es/internacional/20191022/senado-chile-anula-alza-tarifa-metro-7694998

[6] En Chile protestar cuesta un ojo de la cara: https://www.nytimes.com/es/2019/11/21/espanol/america-latina/chile-protestas-ojos.html

[7] Marcha por los ojos de Chile: 352 personas perdieron la visión parcial o total por represión del Estado: https://www.telesurtv.net/news/chile-marcha-ojos-protestas-violaciones-derechos-humanos-20191210-0028.html

[8] Protestas en Chile han dejado 22 muertos y 2.200 heridos: https://www.dw.com/es/protestas-en-chile-han-dejado-22-muertos-y-2200-heridos/a-51260307

[9] Paro nacional en Colombia: por qué la protesta del 21 de noviembre genera tanta tensión: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-50483298

[10] ¿Prevención de la violencia sirve para desestimular protestas del 21N?: https://www.eltiempo.com/cultura/gente/protestas-del-21-de-noviembre-analisis-del-manejo-que-se-le-ha-dado-435720

[11] Ley 2010 del 27 de diciembre de 2019:
https://dapre.presidencia.gov.co/normativa/normativa/LEY%202010%20DEL%2027%20DE%20DICIEMBRE%20DE%202019.pdf

[12] Pese al masivo cacerolazo a las afueras del Congreso, la reforma tributaria pasó su primera prueba en Colombia: https://www.infobae.com/america/colombia/2019/12/17/pese-al-masivo-cacerolazo-a-las-afueras-del-congreso-la-reforma-tributaria-paso-su-primera-prueba-en-colombia/

[13] Una investigación dio con la fecha exacta del primer caso de coronavirus en el mundo: https://www.infobae.com/america/mundo/2020/03/13/una-investigacion-dio-con-la-fecha-exacta-del-primer-caso-de-coronavirus-en-el-mundo/

[14] Coronavirus y síndromes respiratorios agudos (COVID-19, MERS y SARS): https://www.msdmanuals.com/es/professional/enfermedades-infecciosas/virus-respiratorios/coronavirus-y-s%C3%ADndromes-respiratorios-agudos-covid-19,-mers-y-sars

[15] Cronología del coronavirus: así comenzó y se extendió el virus que tiene en alerta al mundo: https://cnnespanol.cnn.com/2020/02/20/cronologia-del-coronavirus-asi-comenzo-y-se-extendio-el-virus-que-pone-en-alerta-al-mundo/

[16] Declaración conjunta de la ICC y la OMS: Un llamamiento a la acción sin precedentes dirigido al sector privado para hacer ‎frente a la COVID-19: https://www.who.int/es/news-room/detail/16-03-2020-icc-who-joint-statement-an-unprecedented-private-sector-call-to-action-to-tackle-covid-19

[17] De Sousa Santos, Boaventura (2020). “La cruel pedagogía del virus” Disponible en: http://209.177.156.169/libreria_cm/archivos/La-cruel-pedagogia-del-virus.pdf

[18] Lenín Moreno anuncia un recorte del gasto público de más de 4.000 millones de dólares: https://www.comunicacion.gob.ec/el-presidente-lenin-moreno-decreta-estado-de-excepcion-para-evitar-la-propagacion-del-covid-19/

[19] Conaie ‘prepara acciones de movilización’ en contra del gobierno, según permitan las condiciones sanitarias por el COVID 19: https://www.eluniverso.com/noticias/2020/06/02/nota/7859883/conaie-prepara-acciones-movilizacion-contra-gobierno-segun-permitan

[20] Brasil, el nuevo epicentro de la pandemia de coronavirus a tres meses del primer caso: https://cnnespanol.cnn.com/video/brasil-aumenta-sus-casos-por-coronavirus-exponencialmente-medidas-bolsonaro-muerte-tumbas-pkg-marcos-moreno/

[21] Los casos de coronavirus entre los indígenas del Amazonas ascienden ya a 20.000: https://news.un.org/es/story/2020/05/1474662

[22] “Morir es el destino de todos”: https://www.eluniversal.com.mx/mundo/coronavirus-la-muerte-es-el-destino-de-todos-dice-bolsonaro

[23] Protestas en Brasil contra Bolsonaro terminan en disturbios en plena cuarentena: https://www.dw.com/es/protestas-en-brasil-contra-bolsonaro-terminan-en-disturbios-en-plena-cuarentena/a-53646743

[24] Muerte de George Floyd: la indignación por los videos que muestran brutalidad policial en las protestas de Estados Unidos: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52942015

[25] La octava jornada de protestas en Estados Unidos por la muerte de George Floyd, en imágenes: https://elpais.com/elpais/2020/06/03/album/1591164647_696210.html#foto_gal_14

[26] Tarrow, Sidney. (2012) “El poder en movimiento” Disponible en: https://derechoalaciudadflacso.files.wordpress.com/2014/01/sidey-tarrow-el-poder-en-movimiento-los-movimientos-sociales-la-accion-colectiva-y-la-politica.pdf

Mónica Velasco

Mónica Velasco es Antropóloga, Mtra. en Sociología y actualmente cursa el Doctorado en Ciencias Políticas de la UNAM. Sus áreas de investigación son: acción colectiva, movimientos sociales, movimientos de mujeres y movilización legal.

2 comentarios

  1. Edwin   •  

    Excelente y apropiado artículo. Da una visión clara, completa y objetiva de la actualidad latinoamericana de cara a los difíciles momentos que estarán por venir derivados de las irresponsables y subjetivas decisiones de los gobiernos fascistas.

  2. Pingback: Reformas económicas y laborales en la coyuntura del COVID-19 en América Latina - Movimientos e Instituciones

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *