El lunes 9 de julio una comitiva de obispos y sacerdotes católicos visitó Diriamba –cuna del Güegüense, a 42 kilómetros de Managua- para consolar a los familiares de las víctimas y contener la posible continuación de la masacre que el día anterior había cobrado entre 14 y 20 muertos y varias decenas de heridos en esa ciudad y la vecina Jinotepe. Continuar leyendo…
La historiografía suele rendir culto a los perdedores y demoler a los triunfadores. Este principio lo formuló el historiador mexicano Héctor Aguilar Camín en La frontera nómada y lo ilustró con ejemplos de la historia mexicana. “La posteridad histórica mexicana tiende a venerar a sus héroes derrotados y a mirar con recelo a sus personajes triunfadores -dice-. Continuar leyendo…
Daniel Ortega corre de morgue en morgue para ejercer el proverbial oficio de oculta-cadáveres. Después de haber mandado apostar francotiradores que dispararon contra adolescentes desarmados, quema archivos, intimida forenses, extirpa proyectiles, barre los casquillos bajo la alfombra. Como siempre, este trabajo lo realiza por interpósitas personas. Continuar leyendo…
Cuentan que el 31 de mayo de 1911, cuando el dictador mexicano Porfirio Díaz estaba a punto de abordar en Veracruz el barco que lo llevaría a su exilio en París después de haber perpetrado su último fraude, el único fallido en sus más de tres décadas de gobierno, contra el Partido Anti reeleccionista liderado por Francisco Madero, emitió una de las frases más proféticas de las muchas harto memorables que se le atribuyen: “Madero ha soltado al tigre, vamos a ver si puede controlarlo.” Continuar leyendo…