París fue golpeada en el corazón la noche del viernes 13. Los ataques no se dirigieron a la Torre Eiffel, a la ruta histórica alrededor del Sena, ni a un lugar simbólico del poder político o el sector empresarial. París fue golpeado en su corazón porque la amistad y la alegría de vivir irradiaban desde los acogedores cafés y la animada zona del Este parisino.
Estos son los lugares a donde los parisinos van a tomar una copa con sus amigos las noches del viernes, donde celebran los cumpleaños o acuden a cenas románticas no demasiado formales. Estos son los lugares donde Paris disfruta de la vida después de una semana en el trabajo. Estos sitios se han convertido en los blancos directos de los actos terroristas de una red global oscurantista y opresiva. Continuar leyendo…