En enero de 2020, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) rechazó la posibilidad de reunirse con las y los representantes de una marcha liderada por familiares de personas asesinadas y desaparecidas. “No los voy a recibir […] para no hacer un show, un espectáculo. No me gusta ese manejo propagandístico […]. Tengo que cuidar la investidura presidencial (Gobierno de México, 2020a). “El dolor no es un show”, gritaron en respuesta al día siguiente cientos de familiares de víctimas mientras llegaban a la capital del país luego de caminar durante dos días desde de Morelos (Ureste, 2020). Después, el presidente aseguró que algunas de las personas manifestantes padecían “amnesia” y que habían callado “como momias” frente a la corrupción de las administraciones anteriores (Gobierno de México, 2020b). Continuar leyendo…