Hoy México atraviesa una de sus peores crisis políticas, sociales, económicas e incluso culturales. El país sangra y llora las muertes de miles y miles de personas atrapadas en una absurda y trágica guerra iniciada por el ex presidente Felipe Calderón y continuada por el actual presidente Enrique Peña Nieto. Hoy el México de ayer, ese país que pudo haber albergado algunas esperanzas de paz, mayor igualdad, crecimiento económico y una justa distribución de la riqueza, reconocimiento de la pluralidad y diversidad, así como la protección, promoción y defensa de los derechos humanos, está padeciendo la terrible, inexplicable y pasmosa incapacidad e insensibilidad de sus gobernantes.
El México de hoy, que será el México del mañana, si nos dejan, está sangrando y padeciendo una criminalidad que ha alcanzado, ya, niveles de deshumanidad nunca antes vistos, y sólo comparables a los más nefastos, ignominiosos y cruentos acontecimientos y episodios experimentados en los genocidios. Hemos tocado fondo; el país entero se nos desgrana. Continuar leyendo…